Maduración neuropsicológica de la atención
Maduración neuropsicológica de la atención

Para entender el desarrollo neuropsicológico del individuo, debemos partir de las premisas de que ni el crecimiento del cerebro es lineal, ni tampoco lo es el desarrollo cognitivo . Por un lado, el proceso madurativo que sigue el sistema nervioso, , ocurre en distintas fases, lo que nos indica que no es un proceso unitario: sucede a medida que se van formando las estructuras cerebrales.

Por otro lado, el desarrollo cognitivo no es lineal porque existen períodos críticos distintos según la función que se vaya adquiriendo. Los periodos críticos o saltos evolutivos podrían definirse como ventanas en el desarrollo en las que puede darse la posibilidad de máximo crecimiento cortical y aprendizaje.Aunque el desarrollo de una determinada estructura cerebral no asegure la adecuada adquisición en la misma estructura, coinciden con los impulsos madurativos del sistema nervioso.

Las áreas de asociación superiores maduran justo después de las regiones sensoriomotoras, por lo que a grandes rasgos, las áreas cerebrales sensoriales y motoras comienzan a madurar primero.Después, la maduración se da en las áreas involucradas en la orientación espacial, el desarrollo del lenguaje y la atención (lóbulos parietales superiores e inferiores).Por último, maduran las áreas implicadas en las funciones ejecutivas, la atención y coordinación motora(lóbulos frontales).

La atención está en la base del correcto funcionamiento cognitivo, por la relevancia de su función en sí misma y por ser el mediador de otros procesos cognitivos. Es uno de los componentes más importantes de la cognición humana ya que participa y facilita el trabajo del resto de las funciones psicológicas. La atención estaría integrada por componentes perceptivos,motores, límbicos o motivacionales ( Mesulam , 1990), deforma que su neuroanatomía y neurofisiología estaríaasentada en el sistema reticular activador, el tálamo, el sistema límbico, los ganglios basales (estriado), el córtex parietal posterior y el córtex prefrontal. La atención es considerada un tercer sistema neurofisiológico, de igual categoría que los sistemas motor (eferente) y sensorial(aferente), integrantes fundamentales del funcionamiento delsistema nervioso ( Posner y Petersen , 1990).


En etapas tempranas de la infancia ( desde los 2 a los 6 años ), estará mayoritariamente influída por la hora del día y por otro lado, por factores personales , como la percepción que el niño tenga por un lado, por factores contextuales, como el tipo de actividad o sobre la complejidad de dichas actividades. De ahí la importancia de un entorno enriquecido a estas edades . Usar lo que le gusta al niño para trabajar la atención en estas edades resulta muy enriquecedor y asegura la maduración neuropsicológica de la atención. De ahí la importancia del control estimular en las aulas de educación infantil para facilitar la maduración neuropsicológica de la atención que permitirá alcanzar el resto de procesos cognitivos y los aprendizajes significativos.


En torno a los 4 años y medio , aparece una considerable mejoría de la atención, algo que coincide con el momento en el que se producen grandes cambios en la mielinización aumentado su latencia. A los 4 años y medio se produce un salto en la calidad de los procesos atencionales apareciendo el control atencional.


A los 5 años, las tareas atencionales visuales ya se fijan durante 14 minutos( Ruff y Rothbart , 1996) y se objetiva otro salto evolutivo: se produce un cambio en la habilidad para discriminar estímulos relevantes de los irrelevantes .


Asimismo, a medida que la infancia progresa, desde los 6 a los 12 años el desarrollo de los circuitos atencionales continúa , alcanzando durante la adolescencia su maduración. La adolescencia tardía es el momento en el que la ejecución en tareas atencionales alcanza un nivel similar al de la edad adulta.


El componente visual de la atención selectiva se obtiene desde etapas iniciales de la niñez y el componente auditivo se va adquiriendo a medida que se progresa en la infancia, alcanzando su pico máximo de desarrollo en esta etapa.Por esta razón en etapas tempranas se utilizan mucho los apoyos visuales las aulas de infantil con el objetivo de asegurar dirigir la atención de los niños en edades tempranas y se recomienda dar instrucciones verbales cortas y claras de una en una para que los niños puedan seguir la dinámica y rutina del aula. El uso de pizarras digitales en estas edades facilita el desarrollo de la atención selectiva y la consolidación de los aprendizajes.


Asimismo, la mejora de la atención selectiva está relacionada con la maduración de los procesos de control atencional, hecho que tiene lugar alrededor de los 11 años. A partir de este momento, no se objetivan grandes cambios, algo que puede ser debido a dos motivos: por un lado, a la falta de maduración del circuito fronto estriatal (responsable en el control inhibitorio de la conducta), y por otro lado, a la propia inmadurez de la atención selectiva. Del mismo modo, la atención selectiva se termina de desarrollar en la adolescencia.


La atención sostenida es una capacidad que aumenta con la edad, especialmente en niños en edad preescolar. En este punto, cobran vital importancia los factores contextuales , ya que diversos estudios ponen de manifiesto que la dificultad de la tarea (relacionada con el nivel de habilidad del niño), el carácter motivador de la misma, la presencia de otra persona o la presión grupal interfieren en la atención sostenida, determinando el interés del niño en su mantenimiento.De ahí la importancia del control de los factores motivaciones y contextuales en las aulas para asegurar la adquisición de aprendizajes .No obstante, parece ser que entre los 7 y 9 años se produce un salto evolutivo, aumentando considerablemente. Esto puede explicarse a que en esta etapa se produce un aumento en la velocidad de procesamiento ,hecho que se objetiva notablemente de forma positiva en la ejecución de tareas atencionales.


La capacidad para atender a varios estímulos distintos está relacionada con la madurez de los lóbulos frontales y de los circuitos implicados .De esta manera, la atención dividida se desarrollará en función de la maduración del lóbulo frontal, que no finaliza hasta la adolescencia tardía. Por este motivo no es recomendable que se tomen apuntes en clase hasta la adolescencia tardía ya que sino por la falta de maduración de la atención divida no podrán consolidar los aprendizajes en el aula.


Existen algunos indicadores que avisan que el niño puede presentar dificultades en la maduración neuropsicológica de la atención como los que se describen a continuación :


-El niño presenta un tiempo de atención muy corto. En edades tempranas esto se observa en el juego , saltan de un juguete a otro pero no están de forma continuada con ningún juguete a pesar de que le agrade mucho .


-Presentan dificultad en terminar las tareas y no sólo en las escolares sino que dejan cualquier tipo de actividad incluso lúdicas sin terminar porque no pueden permanecer en la tarea.


-No parecen escuchar cuando se les habla de forma directa . A pesar de ponerlos a su altura, mirarle a los ojos y comprobar que nos mira se quedan como en estados de ensueño ( soñar despiertos ).


-Dificultades para seguir las instrucciones de principio a fin aunque demos instrucciones visuales que pueden volver a ver en cualquier momento.


Existen muchas razones por las que un niño puede tener dificultades en la maduración neuropsicológica de la atención y no todas van a ser porque el niño pueda presentar un TDAH , pero si se observan estos indicadores de alerta conviene consultar con los especialistas para que se empiece a estimular el desarrollo de la atención y evitar futuros problemas de aprendizaje o de neurodesarrollo.

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