15 FEBRERO, DIA DEL CÁNCER INFANTIL
15 FEBRERO, DIA DEL CÁNCER INFANTIL


 Las tasas de curación alcanzadas en la actualidad, nos permiten contar con un número considerable de supervivientes de cáncer infantil, susceptibles de ser evaluados y poder determinar así las secuelas a largo plazo de la enfermedad y sus procedimientos terapéuticos. Además de incrementar considerablemente la supervivencia, también se ha mejorado la calidad de vida de los niños, mediante el tratamiento de soporte que amortigua notablemente los efectos secundarios de los tratamientos y su toxicidad, permitiendo de este modo, junto con la intervención temprana de los equipos multidisciplinares, que el niño mantenga continuidad con sus actividades habituales, aún estando en el periodo de tratamiento.

La investigación realizada en las dos últimas décadas ha identificado cada vez con más consistencia un patrón de déficits neurocognitivos, referido fundamentalmente a dificultades de atención, concentración y funciones ejecutivas; lo cual supone un impacto significativo en el rendimiento académico del niño y consecuentemente en su estatus psíquico y social.Algunos niños con cáncer presentan  tumores intracraneales, que constituyen hasta el 20% del total de tumores sólidos en los niños, siendo los más frecuentes los ependimomas, astrocitomas y meduloblastomas. Los astrocitomas, de crecimiento rápido, pueden afectar a la actividad neuronal por su capacidad de infiltración. Otros tumores también pueden causar lesiones por su localización, como los meningiomas que afectan al cerebro y a los nervios craneales por compresión. Los tumores hipofisiarios, pueden causar problemas endocrinos y visuales. Además, muchas neoplasias cerebrales pueden provocar edema e incremento de la presión intracraneal, causando disminución de la atención y de la memoria, desorientación espacio-temporal pérdida de la capacidad de juicio y razonamiento. 

Algunos supervivientes de leucemia o tumores del sistema nervioso central presentan sintomatología compatible con el trastorno de déficit atención con hiperactividad, no como trastorno del desarrollo sino como secundario a la enfermedad y/o a la neurotoxicidad de los tratamientos, por ello es necesario identificarlo como tal y no como un trastorno premórbido.


Por otro lado las dificultades de atención pueden verse moduladas por la ansiedad asociada a la enfermedad, por la amenaza que supone para la supervivencia y por la sintomatología depresiva reactiva a las restricciones en la actividad habitual del niño. Aún así, encontramos evidencia de la presencia del TDHA como desorden neurológico, asociado a la quimioterapia intratecal, la radioterapia y la cirugía, como agentes potenciales de daño cerebral. En general, las consecuencias más frecuentes en niños con leucemia que recibieron quimioterapia intratecal son problemas escolares, derivados del descenso del CI, alteraciones del crecimiento y del desarrollo puberal. Estos efectos son más dañinos en niños menores de 7 años, y mucho más en niños menores de 3 años. 


La evaluación precoz de secuelas neurocognitivas es un requisito imprescindible para diseñar un programa de rehabilitación eficaz. En la rehabilitación de secuelas se precisa la actuación coordinada del hospital y de los servicios especializados, pero también de la escuela y de la familia. La rehabilitación de la percepción, atención, memoria y procesos ejecutivos constituye lo que se denomina la rehabilitación neurocognitiva. La rehabilitación neurocognitiva consiste en el uso de las siguientes estrategias: adaptar el entorno y la presentación de las tareas para compensar los déficits del niño, proporcionarles ayudas externas, controlar el comportamiento del niño y aplicar programas específicos para trabajar la percepción, memoria, atención y procesos ejecutivos.La meta es en definitiva contribuir a la mejora de su calidad de vida, de modo que le permita percibirse a sí mismo como un ser competente a nivel escolar social y personal. Po tanto es necesario incluir los programas de rehabilitación neuropsicológica dentro del tratamiento integral del cáncer en la infancia durante el proceso de tratamiento del mismo y posteriormente para monitorizar las secuelas a corto y largo plazo que puede presentar el niño . 

En este día tan especial solo podemos decir que estos niños y sus familias son superhéroes  a los que admiramos y apoyamos día a día en este proceso. 

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