La escuela como agente de neurodesarrollo y socialización
La escuela como agente de neurodesarrollo y socialización

El desarrollo infantil es fruto de la interacción entre factores genéticos y factores ambientales:

- La base genética, específica de cada persona, establece unas capacidades propias de desarrollo y hasta el momento no nos es posible modificarla.

- Los factores ambientales van a modular o incluso a determinar la posibilidad de expresión o de latencia de algunas de las características genéticas. Estos factores son de orden biológico y de orden psicológico y social.

La escuela infantil en nuestro país, como en el resto de Europa, se desarrolla a partir de la evolución de las guarderías, debido por un lado, a la demanda social y por otro, a su afianzamiento como servicio público abierto a la comunidad infantil, con un enfoque marcadamente educativo. De esta forma la escuela infantil se convierte en una entidad que sistematiza programas y que organiza la educación infantil formal.

Las condiciones de la Escuela Infantil y las interacciones que se producen en el contexto escolar, diferentes a las del medio familiar, permiten, en la mayoría de los casos, poner de manifiesto la presencia de desviaciones en el proceso evolutivo, desajustes en el desarrollo psicoafectivo del niño y/o alteraciones en su comportamiento, que por su propio carácter o por la menor gravedad del trastorno, pueden pasar fácilmente inadvertidas a los padres y también al personal sanitario y no son detectadas hasta que el niño accede al contexto educativo.

Es importante destacar el marcado carácter educativo como mediador y facilitador de posteriores aprendizajes de este periodo escolar. La educación infantil contribuye al desarrollo afectivo, físico, social y moral del niño. Esto supone una nueva manera de afrontar la actuación con los niños de estas edades alejándose de la función de guarda que tradicionalmente se venía desempeñando con niños pequeños.

Desde esta nueva perspectiva, las escuelas infantiles se convierten en un lugar privilegiado desde donde realizar una tarea de prevención de posibles retrasos en el desarrollo, a la vez que de compensación de carencias relacionadas con el entorno social, cultural o económico. De ahí la vital importancia de la asistencia a escuelas infantiles de los niños. La detección de las posibles necesidades educativas especiales de los niños durante la etapa infantil es una de las funciones que deben realizar los profesores de aula, en colaboración con los equipos psicopedagógicos. Estos equipos van a ser los encargados de hacer una evaluación de las necesidades detectadas en los niños, con el objetivo de determinar la naturaleza de las mismas, así como cuestiones relativas a su escolarización, a la elaboración de adaptaciones curriculares, y a las ayudas técnicas que puedan necesitar.


Hay que tener en cuenta que los centros de educación infantil, por sus objetivos y por la especial atención que se otorga a los aspectos afectivos y sociales, son lugares idóneos para conseguir que los alumnos con necesidades educativas especiales desarrollen al máximo sus capacidades permitiendo aprovechar los períodos críticos de neurodesarrollo de cada uno de los dominios cognitivos.


Si un niño no asiste presencialmente a la escuela esta perdiendo una experiencia importante e irreemplazable para los niños y jóvenes en proceso de formación. Aunque pueden existir formas de “ponerse al día” con los contenidos aprendidos por sus compañeros, no existe una manera de reemplazar el proceso de socialización con sus pares o la adquisición de hábitos y valores que serán necesarios para su vida futura, como la responsabilidad o el sentido del esfuerzo. Aprendizaje y desarrollo son dos procesos que interactúan que se relacionan entendiendo que el aprendizaje escolar ha de ser congruente con el nivel de desarrollo del niño. El aprendizaje se produce más fácilmente en situaciones colectivas.



La interacción con los iguales facilita el aprendizaje de los niños.

El colegio genera un ambiente protegido que es ideal para el aprendizaje y quien se ausenta de clases también pierde la oportunidad de compartir, resolver conflictos y hacer nuevos amigos.

El conocimiento no es un objeto que se pasa de uno a otro, sino que es algo que se construye por medio de operaciones y habilidades cognoscitivas que se inducen en la interacción social. Vigotsky señala que el desarrollo intelectual del individuo no puede entenderse como independiente del medio social en el que está inmersa la persona. La interacción social con otras personas, es fuente de aprendizaje y promueve el desarrollo.



La escuela, es el segundo agente de socialización más importante. La institución “personalizada” de la familia es reemplazada por la institución “impersonal” de la escuela.

Cuando los niños se enfrentan a la diversidad social, aprenden el significado de la sociedad de forma que complementa y contradice los valores aprendidos en la familia.La socialización que se da en la escuela es de dos tipos, principalmente: socialización por medio del juego, donde los niños no necesitan atenerse a más reglas que las impuestas por ellos mismos. El juego favorece el proceso de socialización escolar y estos están influenciados por los estímulos del medio ambiente. Y la socialización normada que se da en la sala de clases, donde los niños deben aprender a obedecer las reglas impuestas por la institución a través de los profesores. A través del juego y del intercambio de roles, los niños interiorizan los sistemas de valores y normas del entorno social. De ahí la importancia de la asistencia presencial a clase para el desarrollo de la socialización y para que los menores puedan realizar aprendizajes significativos que requieren de la misma para garantizar el desarrollo de la cognición social.


Privar a un niño de la asistencia presencial a la escuela supone limitarle en el neurodesarrollo de la socialización y los aprendizajes significativos de los contenidos curriculares . El absentismo en algunas edades puede suponer que no se aprovechen los períodos críticos de neurodesarrollo de algunos dominios cognitivos . Esto puede conllevar dificultades de aprendizaje escolar de forma permanente y un posible abandono escolar de ahí la extrema importancia de la asistencia presencial de los niños a los centros escolares para garantizar el mayor número posible de opciones de socialización y aprovechamiento de los períodos críticos de neurodesarrollo de cada dominio cognitivo , especialmente de la cognición social.




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